El gobierno de Estados Unidos anunció la reanudación de los vuelos de deportación hacia Venezuela de aquellos inmigrantes que crucen la frontera ilegalmente y no tengan una base legal para permanecer en el país, como medida para desalentar la migración hacia su frontera sur.
Este anuncio se produce después de años de haber suspendido esta práctica. Las relaciones diplomáticas entre Washington y Caracas se rompieron en 2019.
Aunque no se proporcionaron detalles sobre cómo se logró que Venezuela aceptara nuevamente los vuelos de deportación, los funcionarios aseguraron que han estado solicitando a la dictadura de Nicolás Maduro que «reciba a sus ciudadanos» durante mucho tiempo.
Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no podían deportar a Venezuela a los ciudadanos que no cumplían con los requisitos para permanecer legalmente en EE. UU.
«Esta decisión es consistente con los esfuerzos de la Administración para implementar una estrategia de aplicación humana, segura y ordenada de nuestras leyes de inmigración y para procesar a las personas de una manera justa y rápida», argumentó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a través de un comunicado.
Según indicaron los funcionarios a la agencia EFE, ya tienen identificados «varios individuos» bajo su custodia que serán enviados de regreso a Venezuela en un primer vuelo de deportación en los próximos días.
Esta determinación, según una de las fuentes, refleja el compromiso de EE.UU. «con imponer consecuencias a quienes crucen la frontera de manera irregular». El funcionario subrayó que esta es una consecuencia directa para aquellos que no eligieron las vías legales para migrar que se han dispuesto.
«Estados Unidos continúa instando a los migrantes que buscan venir a Estados Unidos a aprovechar las vías legales que hemos puesto a disposición y ampliado significativamente, en lugar de poner sus vidas en manos de contrabandistas insensibles y cruzar nuestra frontera ilegalmente sólo para ser expulsados», señaló el DHS.
